Es el tiempo de volver a las lluvias
con las caricias rotas en las manos,
y de recorrer de nuevo los caminos
que un día,
entre lágrimas de eternos cigarrillos,
nos llevaron al amor.
Pero dónde encontrar una oscuridad como aquélla,
dónde una palabra inédita todavía,
como aquellas que escribíamos en oscuros parques
y en extraños cuentos de niñas y de lunas.
Dónde volver a recorrernos la boca
como dos universos recientes,
como dos mares de agua limpia.
Dónde hallaremos de nuevo el néctar
que nos haga posibles.
Ojalá que este olvido sea sólo de lluvia.
domingo, septiembre 03, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario